Significado tomado de Wikipedia:
El pie es la porción terminal de una extremidad que lleva el peso del cuerpo y permite la locomoción y la retromoción. Es una estructura anatómica que se encuentra en muchos vertebrados.
El pie humano y el tobillo son una fuerte y compleja estructura mecánica que contiene 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones.
En la biblia encontramos una promesa:
1 Samuel 2:9
Reina-Valera 1960
9 Él guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
Según el texto es fácil percibir que no se refiere a los pies de todos, pero si precisa de quienes: ¨De sus santos¨. En el cual se puede prestar para estudiar otro tema; pero de momento tener en cuenta que hay un grupo selecto que se beneficia de esta promesa, que el mismo Dios guarda sus pies.
Job hablando en su angustia, en un momento pronuncia:
Job 23:11
Reina-Valera 1960
11 Mis pies han seguido sus pisadas;
¿Como seguir las pisadas de Dios? Seguramente nos podemos dar cuenta que para seguir el paso a Dios, hace referencia a seguir lo que el nos dice.
Juan 14:6
Reina-Valera 1960
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Siempre hay un camino para los pies, ya sea plano, empinado, rocoso, embarrado, con infinidad de destinos, o hasta sin destinos. Pero si anduviésemos por el camino que nos muestra la palabra de Dios.
En una ocasión Dios le dice a Moisés:
Éxodo 3:5
Reina-Valera 1960
5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Cuando Moisés se acerca no sabia que estaba tocando tierra santa, el calzado que traía había sido utilizado en muchos caminos, Dios no lo desecha a el, pero si su calzado. Al momento de obedecer y despojarse del calzado, Dios se presenta y le dice quien es.
Éxodo 3:6
Reina-Valera 1960
6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
El lavado de los pies como costumbre en tiempos antiguos:
El lavado de pies era el acto requerido de un sirviente. De hecho, en cierto modo, esta persona estaba incluso por debajo de un sirviente.
En tiempos bíblicos, las condiciones de polvo y suciedad de la región y el uso de sandalias, hacía necesario el lavamiento de los pies. Aunque es muy probable que los discípulos hubieran estado felices de lavar los pies de Jesús, no podían concebir el hecho de lavarse los pies unos a otros. Esto se debió a que, en la sociedad de la época, el lavamiento de pies era reservado para el más bajo de los siervos más insignificantes. Los que se consideraban iguales, no se lavaban los pies unos a otros, excepto en muy raras ocasiones, y como una señal de un gran amor.
Lucas señala que los discípulos discutían sobre quién era el más grande entre ellos (Lucas 22:24: Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.), una actitud que excluía la disposición de rebajarse a lavar los pies. Cuando Jesús se dispuso a lavar sus pies, se quedaron sorprendidos.
1 Samuel 25:40-41
Reina-Valera 1960
40 Y los siervos de David vinieron a Abigail en Carmel, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte por su mujer. 41 Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor.
En la mayoría de los casos se encuentra que cuando se atendía a la visita se les ofrecía agua para que se lavaran los pies, si, para que ellos mismos se lavaran sus propios pies. Porque como vimos anteriormente los que se consideraban iguales no se lavaban los pies unos a otros.
Génesis 18:2-4
Reina-Valera 1960
2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, 3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. 4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
En la biblia versión Dios habla hoy dice:
Génesis 18:4
Dios Habla Hoy
4 Si a usted le parece bien, voy a pedir un poco de agua para que se laven los pies y luego descansen un rato bajo la sombra del árbol.
Luego dice:
Génesis 24:32
Reina-Valera 1960
Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.
Génesis 24:32
Dios Habla Hoy
Entonces el siervo fue a la casa. Allí Labán descargó los camellos y les dio de comer, y luego trajo agua para que el siervo y sus compañeros se lavaran los pies.
Otro ejemplo en dos versiones diferentes:
Génesis 43:23-24
Reina-Valera 1960
23 Él les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos. 24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
Génesis 43:23-24
Dios Habla Hoy
23 El mayordomo contestó:
—Cálmense, no tengan miedo. El Dios de ustedes y de su padre debe de haber puesto ese dinero en sus costales, pues yo recibí el dinero que ustedes pagaron.
El mayordomo sacó a Simeón y lo llevó a donde estaban ellos; 24 luego llevó a todos a la casa de José, les dio agua para que se lavaran los pies, y también dio de comer a sus asnos.
El Señor que es Señor y dueño de todo nos lavó los pies:
Juan 13:13-14
Reina-Valera 1960
13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Ahora miremos una anécdota:
Durante la guerra de independencia de unos soldados insurgentes estaban reparando una trinchera su capitán estaba gritándoles : ¡Muévanse, muévanse, traigan esas piedras! Miren allá está un gran tronco, ¡traigan ese tronco, pónganlo aquí! ¡apúrense! Pasó un señor y le dijo:
– Capitán ese tronco está muy pesado, si usted les ayuda a cargarlo lo lograrán.
– ¿Yo? Pero si yo soy el jefe de este pelotón, yo solo doy órdenes.
Entonces el hombre bajó del caballo, y se unió a los soldados y pudieron colocar el tronco en la trinchera.
– Capitán, cuando sus hombres tengan un trabajo como este y que no lo puedan hacer, llámeme y vendré a ayudarles.
– Ah, si? Y cómo le voy a llamar si ni siquiera sé quién es usted. Soy el general Miguél Hidalgo.
Con los pies encima:
Aquí encontramos una historia donde Josué toma a sus enemigos:
Josué 10:24
Reina-Valera 1960
24 Y cuando los hubieron llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.
El Señor al lavar los pies de sus discípulos se estaba bajando aun mas de lo que ya lo había hecho.
Ahora alguien levanta contra el, el calcañar:
Juan 13:18
Nueva Biblia de las Américas
18 No hablo de todos ustedes. Yo conozco a los que he escogido; pero es para que se cumpla la Escritura: “El que come Mi pan ha levantado contra Mí su talón”.
Pero esto ya estaba profetizado:
Génesis 3:15
Nueva Biblia de las Américas
15 Pondré enemistad
Entre tú y la mujer,
Y entre tu simiente y su simiente;
Él te herirá en[a] la cabeza,
Y tú lo herirás en el talón».
Escrita estaba la profecía donde la serpiente hiere los pies del que se va a levantar, osea el talón de la simiente de la mujer que se iba a levantar. Y vemos que se levanta Moisés, pero:
Éxodo 4:2-3
Reina-Valera 1960
2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. 3 Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.
Vemos luego a Josué que se levanta y derrota muchos reyes poniendo los pies sobre los cuellos de ellos. Pero duerme Josué y ya no aparece en la escena.
Sanson se levanta pero es doblegado por una mujer:
Jueces 16:19-21
Reina-Valera 1960
19 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. 20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. 21 Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.
Luego en una canción David dice:
2 Samuel 22:37-39
Reina-Valera 1960
37 Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
38 Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré,
Y no volveré hasta acabarlos.
39 Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten;
Caerán debajo de mis pies.
Pero David también durmió, y se levanta otro rey:
2 Crónicas 14:2-4
Reina-Valera 1960
2 E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios. 3 Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; 4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos.
Pero este rey fue herido en los pies:
2 Crónicas 16:12-13
Reina-Valera 1960
12 En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos. 13 Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado.
Pero el momento llego, y nació uno en Belén, y se alarma el pueblo y el presente rey que gobernaba:
Mateo 2:2-3
Nueva Biblia de las Américas
2 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos[a] del rey Herodes, unos sabios[b][c] del oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: 2 «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente y lo hemos venido a adorar». 3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
Luego Juan el Bautista tiene que decir de el, ya que algo especial tenia este al ni siquiera Juan sentirse digno de agacharse a sus pies a desatar la correa de su calzado:
Marcos 1:7
Reina-Valera 1960
7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.
Viene una mujer que se humilla y riega con lagrimas y perfume sus pies:
Lucas 7:44-46
Reina-Valera 1960
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies.
Luego en el capitulo 13 del evangelio según Juan, encontramos el acto del Señor Jesús al lavar los pies de sus discípulos. Y despues de ese hecho donde el se baja a los pies de sus discipulos, aparece el que levanta el pie contra el Señor:
Juan 13:18-19
Reina-Valera 1960
18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se
cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su
calcañar. 19 Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
Pero no bastando con eso, el Señor entrega su vida en la cruz por nuestros pecados, y el se baja allá de los pies:
Filipenses 2:5-7
Nueva Traducción Viviente
5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. 6 Aunque era Dios,[a] no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse.7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos;[b] adoptó la humilde posición de un esclavo[c] y nació como un ser humano.Cuando apareció en forma de hombre,[d]
Y mas aun se humillo hasta la muerte:
Filipenses 2:8
Reina-Valera 1960
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Para finalmente:
Filipenses 2:9-11
Reina-Valera 1960
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
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